martes, 4 de noviembre de 2008

Diciembre 2012

Luego de estar unos años afuera, vuelvo para pasar las fiestas en familia. El taxista que me trae del aeropuerto me habla de la última novela de Aira. Cansada, apenas escucho lo que me dice. Miro, soñolienta, la ventana. Las plazas están repletas de personas leyendo. Puedo ver en los bares libros sobre todas las mesas, y basta que avancemos unas cuadras para que la vidriera de alguna librería aparezca frente a nosotros. Me incorporo, bajo la ventanilla para que el aire fresco termine de despertarme. Al detenernos en un semáforo una señora que cruza la calle, llevando las bolsas del supermercado, le dice a su amiga: "No, no… en Cortázar la fuerza de la lectura es centrípeta, mientras que en Borges es una lectura centrífuga que te impulsa hacia un saber enciclopédico". No logro entender lo que sucede. Donde mire hay alguien con un libro en la mano. Me bajo del taxi. En la puerta de casa me están esperando. Antes de soltar las valijas pregunto qué es lo que está pasando. "Ah… claro, no sabés nada. Fue hace 6 meses… murió Tinelli".

4 comentarios:

Opinologa autorizada dijo...

Que lindo seria vivir en un mundo mas intelectual y menos tinellizado...
Parece que muchos se olvidaron que el cerebro se estimula con cosas que no solo son culos, tetas y tele.

Eric dijo...

"El taxista que me trae del aeropuerto me habla de la última novela de Aira."
Eso me pareció genial. Como salido de una novela de Aira.

Anónimo dijo...

Hey! ando a mil! no comento hace un montón...

Che, no le exigimos un poco demasiado a Tinelli??? Creo que cuanto mucho es una variable más en la cultura de la idiotización...

Besos!

- P@BLO -

Martín dijo...

Ojala fuera tan sencillo... pero es un lindo sueño.