miércoles, 26 de noviembre de 2008

Histeria vs Seducción

El juego entre dos es muy diferente cuando hay seducción de cuando hay histeria. Si dejo que pase algo demasiado rápido quizás peco de bestia, pero si dejo pasar demasiado tiempo, peco de histérica. El tema es: si hay onda, una sabe cuándo es el momento justo. Demasiado… es hacer sufrir al otro. La seducción es cuando va a haber algo después, la histeria es cuando pelotudeás porque sí. A ver: la histeria es patológica, la seducción es divertida. La histeria te lleva a relaciones enfermizas, a jugar a un juego perverso, donde uno de los dos se desespera. Uno canta “Quizás, quizás, quizás” y el otro se obsesiona y llora a los gritos. Así, el mayor problema del histeriqueo se da cuando alguno de los dos jugadores quiere que pase algo y el otro… sólo histeriquea. Es por eso –básicamente- que en este retozo hay uno que siempre termina mal. Sí: es lindo esperar, postergar un poco el deseo, esa adrenalina previa… pero la locura de negarle el placer a alguien todo el tiempo, eso sí que no. Tiro la piedra y escondo la mano… noooo, eso no se hace… Lo interesantísimo con esto de la seducción es que pueda permanecer post-cama… mantener el jueguito, pero no la histeria… O sea: que después de la primera vez, o de los primeros meses, no sea “palo y a la bolsa”. Sigamos jugando... ¿no? Respecto del histeriqueo, lo crucial acá es que si todo ese ronroneo es para no llegar a nada, cortemos de cuajo: no seamos sádicos, no seamos masoquistas. ¿Para qué sirve todo eso, digo yo? Quizás no me agrade ir directo a los bifes, pero hay que saber cómo jugar. A todos nos gustan los desafíos, los obstáculos, pero la cosa tiene un límite: si seducís, buscás llegar a algo; si histeriqueás, no buscás nada, es sólo –y perdón los términos- paja mental al cuete.

1 comentario:

Lucas.- dijo...

Hola!

Por fin un tratado sobre el tema! Ya era hora.. en mi blog le vamos a dedicar una sección completa...

Bueno.. hacele un favor al mundo y sacame las letritas de comprobación... jaja.. beso.