Despenalización universal de la homosexualidad

Argentina fue elegida para leer un documento firmado ayer por 66 países en la Asamblea General de Naciones Unidas, que exhorta a poner fin a las violaciones a los derechos humanos fundadas en la orientación sexual y la identidad de género, a abandonar la discriminación legal y social de los homosexuales, lesbianas y transexuales. Recordemos que Menem y Ruckauf siempre votaban en contra de este tipo de propuestas. Hoy en día, en más de 80 países (como Arabia Saudí, Emiratos Árabes, Irán, Mauritania, Nigeria, Sudán y Yemen) todavía hay leyes que la castigan, incluso con la pena de muerte. La declaración, promovida por Francia y Holanda, y leída por el embajador argentino ante la ONU, Jorge Argüello, condena la violación a los derechos humanos que se cometen en muchos países por la orientación sexual o identidad de género, con ejecuciones, violencia, sanciones penales, torturas, detenciones o arrestos arbitrarios. Toda la Unión Europea y casi toda América Latina suscribieron la declaración, a la que también adhirieron Japón, Israel, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Nepal, República Centroafricana y Gabón, un país islámico. No firmaron Estados Unidos —argumentó que el sistema federal le impide tomar este tipo de compromisos—, China, Rusia ni el Vaticano. De los 192 países que integran la ONU aprobaron la declaración 66. Sólo un tercio de los votos resulta insuficiente para conseguir su adopción en la Asamblea General, aún se está lejos de que las minorías sexuales dejen de ser perseguidas y gocen de todos los derechos humanos. "Pero es la primera vez que la Asamblea General de la ONU trata este tema", celebró Paradiso Sottile, coordinador del área jurídica de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA). El ministro de Exteriores holandés, Maxime Verhagen, destacó que el hecho de que por primera vez se hable en este marco sobre la discriminación por la orientación sexual implica que “dejó de ser un asunto tabú en Naciones Unidas”. Verhagen indicó que se considera que entre el 5 y el 10 por ciento de la población mundial es homosexual. “Eso significa que a cientos de millones de personas se les violan sistemáticamente sus derechos humanos”, agregó.