miércoles, 10 de diciembre de 2008

El adiós al cuerpo

El cuerpo se ha convertido en un accesorio, una especie de kit. La formidable convergencia de prácticas relativamente recientes hacen que el cuerpo sea vivido hoy a menudo como un accesorio de la presencia, un material a manipular para ponerlo a la altura de la voluntad del individuo. El cuerpo es un objeto imperfecto, un borrador por corregir. Se intenta cambiar el cuerpo para luego cambiar la vida. O a falta de poder controlar la existencia en un mundo que se presenta cada vez más inaccesible se quiere controlar el cuerpo. La misma lógica se encuentra en el físico culturismo, el transexualismo, la moda de la cirugía estética, la importancia de los regímenes alimenticios, etcétera. El cuerpo es un objeto a someter, no a vivir como tal con alegría. Si el cuerpo fuera realmente libre no se hablaría de él. El dualismo contemporáneo no opone el cuerpo al espíritu o al alma, sino al hombre con el cuerpo. Se hace del cuerpo un socio que se mima o un adversario al que se le combate para darle la forma deseada.

(David Le Breton)

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