martes, 10 de febrero de 2009

Me puedo programar

¿Sabés por qué me puse triste ayer? Porque me entró un virus en la computadora... ¿Por eso me puse triste? Sí, por eso me puse triste. Ahora bien, la pregunta es: ¿cómo llegué a este estado de dependencia amorosa con una máquina? Sobre todo yo, que a fines de los ‘80 decía preferir la máquina de escribir y SOBRE TODO la escritura a mano, que marcaba la identidad y estado de ánimo de cada uno… Que yo NUNCA iba a usar ese armatoste, que en esas épocas con tanto F1 y tanto DOS parecía chino básico. Pero ayer, cuando vi que había bajado ese punto rar y que después de eso nada podía seguir haciendo por más clic clic que intentara… se me apareció como una película de terror delante de mis ojos; me empezó a latir el corazón muy rápido y sentí algo parecido a si mi gatita estuviera enferma. ¿Puede ser tan terrible que se te rompa la computadora? No. Y sin embargo, si se rompía mi disco rígido, la vivencia era: “entonces ya nada tiene sentido…” Es gracioso leer semejante frase. Pero cuando me afanaron el celu y no tenía los teléfonos guardados… ¡era como si hubiera fallecido el tamagochi! ¿Te acordás del tamagochi? O sea: cuantos más aparatos tenés y más cosas les metés, peor es. Mi pen drive, por ejemplo, zafó del envirusamiento no sé ni cómo, pero… ¿qué hacés cuando se muere tu pen y justo no tenías una copia de todo lo que habías metido ahí? ¿Te agarrás la cabeza o te relajás pensando que no puede ser tan grave? ¿Tan importante es lo que guarda ese cerebro inhumano? No entiendo cómo ni cuándo pasó todo esto. ¿Será que estoy grande para tanto aparataje y que no acepto que realmente soy de otra era? En cualquier momento vuelvo a escribir una carta de puño y letra. Por lo pronto, me parece que no me vendrían mal unos días lejos de este artilugio maldito.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Se viene, se viene... el próximo post de Ave Larga escrito con lapicera parker y escaneado...

Anónimo dijo...

JAJA! Y pensar que yo lo he visto ahí y le he salvado la Vida a la condenada PC...
El viejo Bukowski escribió:
"Tengo que llevar el ordenador al taller. No los deleitaré con los detalles. Algún día sabré más de ordenadores que los propios ordenadores. Pero ahora mismo esta máquina me tiene agarrado por los huevos.
Conozco a dos editores que están muy ofendidos por la existencia de los ordenadores. Tengo dos cartas suyas, y despotrican contra el ordenador. Me sorprendió mucho la amargura de sus cartas. Y el infantilismo. Soy consciente de que el ordenador no puede escribir por mí. Si pudiera, lo querría. Pero estos dos tipos se enrollaban demasiado. Insinuaban que el ordenador no era bueno para el espíritu. Bueno, muy pocas cosas lo son. Pero estoy a favor de la comodidad; si puedo escribir el doble y la calidad es la misma, entonces prefiero el ordenador. Cuando escribo vuelo, enciendo fuegos. Cuando escribo saco a la muerte de mi bolsillo izquierdo, la lanzo contra la pared y la agarro cuando rebota."

Besos.
F.-

Ave Larga dijo...

Hola Baby: gracias... pero mi ancianidad no llega al manejo del scanner todavía... qué va'ser, pero si consigo una 303 veré qué puedo hacer (no sé si llego a la Parker jejeje...)
Mi querido F, "salvador": te aseguro que sos un grande! Che, ta bueno lo de Bukowski, y es verdad: tiene muuuchos puntos a favor este artilugio loco ;.)

Anónimo dijo...

No se si es buena la tristeza que genera el encontrarse sin “ordenador”, pero si que vale la pena tenerlo, porque así de pronto, casi sin darse cuenta, y tras el clic del ratón, vuelve a aparecer un alma amiga, un alma que toma volúmenes de enormidad.
¿De que luna se alimenta Avelarga para que en cada nota haya más lucidez?
GXDDLCC.

Ave Larga dijo...

Holaaaaaaaaaa mi votoooooooo!!!! Para mantener la comunicación contigo es FUNDAMENTAL tener un "ordenador", maja!! Graciasss, pero no creo estar demasiado lúcida últimamente, te lo aseguro... jejjeje... Beso enorme!