martes, 23 de junio de 2009

Mirá si éste es presidente...

Pese a las disposiciones de la Ley de Seguridad Interior, el jefe de Gobierno porteño autorizó a incorporar a las filas de la Policía Metropolitana a los militares en actividad. Además, decidió impedir el control de la Legislatura a la nueva fuerza: lo hizo mediante el veto de la norma votada que creaba un Comité de Seguimiento de la actuación policial. Por añadidura, Mauricio Macri decidió que no se exigirá como requisito a sus cuadros el título secundario, aun cuando así lo exige la ley 2.894, que creó la fuerza de seguridad. Eso sí, el nuevo superintendente que estrenó cargo el 1o de mayo, el comisario mayor retirado de la Federal Carlos Arturo Kevorkian, goza de una amplia discrecionalidad para asignarse recursos, designar instructores y elegir lugares de entrenamiento.El decreto 210/09, en su cláusula transitoria tercera, convierte en una caricatura a la Ley 24.079 de Seguridad Interior de la Nación. El jefe de Gobierno porteño lo firmó para que a quienes se designe en la Policía Metropolitana no les sea “computada incompatibilidad alguna derivada de la posesión de estado policial o militar vigente en su Fuerza de origen” ya que, en ese contexto, “no les resultarán de aplicación las previsiones del decreto 1.123/01”.
La misma cláusula aclara que “no obstante ello, ante una eventual convocatoria obligatoria de su Fuerza de origen, el interesado deberá acreditar su solicitud de baja en dicha fuerza para continuar en la Policía Metropolitana. Quienes así no lo hicieren, serán dados de baja en forma automática”.
La incorporación de cuadros de las fuerzas armadas es incompatible con la Ley Nacional 24.079, pero también con la 2.894 o Ley de Seguridad Pública del gobierno porteño, ya que en el artículo 47, inciso G, estipula que “no pueden desempeñarse como miembros quienes pertenezcan a las Fuerzas Armadas”.
El contenido de esta norma pone negro sobre blanco una situación que ya venía dándose. Militares y policías de otras jurisdicciones comenzaron a pasarse a la tropa en formación seducidos por promesas de mejores salarios. Así como la ciudad que gobierna el PRO les pagará más a sus uniformados que la Bonaerense (unos 3000 pesos de sueldo básico), a los maestros porteños los relega si se comparan sus ingresos con los de otros distritos
(Leer más en: Página 12)

Por Gustavo Veiga

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