miércoles, 22 de julio de 2009

El chivo expiatorio

Esta semana apareció un refuerzo más de estas nuevas madres que son las “madres del paco”, que culpan a todos menos a ellas mismas (o al pibe en cuestión) de que sus chicos fumen paco, y hasta osan hacer rondas los jueves en la Pirámide de Plaza de Mayo, como “igualando” su problema con el de las madres y abuelas de Plaza de Mayo. ¿Qué parecido puede tener una persona que tiene hijos, nietos o familiares desaparecidos por obra y desgracia del terrorismo de Estado con otras que tienen pibes que no están desaparecidos? Pero estas nuevas madres, ni pelota a la educación que hubo en sus casas, o a la posibilidad de encarar de frente un hijo q está en problemas… Eso nunca tiene que ver con la causa del problema, ni para ellas ni para los medios de comunicación, para nadie. Ellas parece que no pueden hacer absolutamente nada una vez que “el nuevo victimario de esta sociedad” cae en la trampa. "Por la droga, mi hijo se convirtió en un engendro...” dijo la madre de “Piki”, el nene que el otro día tomó cuatro rehenes en una perfumería Almagro. La madre del chico dijo que “estaba drogado” cuando delinquió y puso toda la culpa en “su adicción”. Y después dijo: "No es una cosa normal de un chico de esa edad; ahí te das cuenta de que algo en su cabeza, a raíz de la adicción, está fallando" (otra vez la unívoca causa: “su adicción”). Pero va más allá: “Ahora, por la droga, mi hijo se convirtió en un engendro. Yo no lo quiero así" (¿entonces ya no lo acepta como hijo y hasta ella misma lo denunciaría?). Ella no tiene nada que ver con su hijo, que, ¿¿de un día para otro y solamente por la droga cambia 180 grados?? Porque, dijo: “Antes de que la droga lo lastime, él era Juan Manuel, mi hijo adorado.” Sí, un angelito de dios, que hasta contó que hacía deporte. El tema es que la familia es libre de cargo y culpa porque “hay una excesiva cantidad de droga para la venta y los chicos quedan presos de eso". No se hace cargo de nada pero pone toda la culpa afuera. Me suena esto en Argentina... Así entonces, para nuestra sociedad “las madres del paco” tienen hijos desaparecidos por causa de agentes externos (desligados de ellas) donde ambos (madre e hijo) no tienen acción activa alguna. Obvio que hay (y siempre hubo!!) dealers y narcotráfico, pero de ahí a empezar a sacarse responsabilidades de encima hay un gran trecho... Acá además se unen otros dos tópicos: se droga, ergo, delinque. Con lo cual, se le quita toda responsabilidad, tanto a él, como a sus familiares, como personas. No es él: es la droga. Ahora bien, esta combineta se da sólo en el caso de que estemos hablando de los excluidos actuales que todo ser “como uno” debe temer: “los menores”. El otro día una señora en el subte fue corriendo a un policía y le gritó: “¡¡Señor, señor, un menor!!”…. Menor=delito. Ahora bien: los menores de temer, los que caen en el “flagelo de la droga” y, por ende, los delincuentes son, sin lugar a dudas, los “menores pobres”. En todo esto, el lenguaje es un gran arma, en especial, la de unos cuantos medios de comunicación. Sin ir más lejos, algunos diarios de hoy titulan lo siguiente: “Un menor con 20 detenciones” (La Nacion), “Declara "Piki", el menor que tomó cuatro rehenes en Almagro” (InfoBAE), “Toma de rehenes en Almagro: el menor tenía 19 causas” (Clarín), “Menor que tomó rehenes acumuló 19 causas” (26 Noticias).

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