domingo, 1 de noviembre de 2009

Abramos los ojos

No quiero un país que defienda y promueva una oposición burda, sin argumentos, desde traidores y narcotraficantes hasta contrarios a las propias ideas que ellos mismos antes defendían. No quiero un país de gente que crea en las tapas de los diarios de mayor tirada sin discutir una línea, ni canales de tv con un monodiscurso que tergiversan impunemente los datos y que caren de toda ética, con una iglesia que se les alía, como ya lo hizo con los militares, supuestamente en defensa de la pobreza, y sin embargo que en realidad está repugnada por la negrada piquetera que corta las calles, pero donde está bien visto que asambleístas corten rutas y avalado incluso que un grupete selecto revise camiones como si fueran vaya a saber uno quiénes, y asì sigo... ya asqueada por los que se dieron vuelta por dos mangos con tal de obtener rédito político o simplemente guita; por pobres -inocentes- que votan a ricos que los excluyen a ellos mismos, y hasta con los que todavía se creen que conviene tomar posturas "intermedias", pero que avalan -como los opositores a lo que sea- el vaciamiento del país y hasta el hundimiento de ellos mismos.

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